sábado, 25 de agosto de 2018

De letrados, iletrados, actores ricos, gays y maricones

Después de meses sin pecar caí en el pecado de la carne.

Leyendo la entrevista a José Antonio Neme en theclinic.cl me queda claro que su intelecto fue privilegiado con buena educación, tiene talento el niño.  Pero en algo no concuerdo respecto de que la vida del homosexual en Chile es difícil, por cierto creo que en algunos aspectos tiene razón pero a lo que apunto yo exactamente es que en este sistema neoliberal a la chilena, mejor dicho sistema de separación económico, racial y etario, o mejor, monopólico colusionador, el ser homosexual no es tan difícil como dice él, y eso dependerá de si se nace gay o maricón; siendo gay el hombre blanco, guapo, con dinero y acceso al consumo, y el maricón siendo mestizo (y feo), pobre y sin acceso a ese consumo que nos vende el sistema.
Como dice un bloggero argentino bien conocido como lo es Rodrigo Cañete, el homosexual del siglo 21 construye su imagen a través de entre varias cosas, el consumo que generalmente es ropa, moda o accesorios y el sexo.  Entonces un homosexual como José Antonio Neme que venga a decirnos que la vida de un homosexual es difícil me resiente, y claro, en un Chile que condena a muerte a los resentidos sociales yo digo sin rodeos que ser gay bajo las circunstancias en las que se desarrolló la vida de Neme no son las del homosexual común o maricón, es decir, pobreza, marginación y falta de oportunidades, que al final conlleva a que practiquen estilos de vida que la sociedad hetero normado encuentra aberrantes, sino miren mis historias de como terminé en un sauna o tirando con 10 personas en 4 días, validando mi alicaída autoestima teniendo sexo con desconocidos.  Estoy seguro que Neme quizás sufrió algún tipo de discriminación en algunos lugares fuera de su zona de confort, pero no al punto de ser asesinado como un tipo que fue sorprendido chupando pico en un reconocido parque de cruising en la noche capitalina.  No, definitivamente en los círculos que se mueven los gays que definí con anterioridad el ser blanco, guapo y con medios (como Neme) para participar en el mundo del consumo y que además se usa como ejercicio de construcción de imagen (esto no me consta porque no lo conozco), es visto de forma tolerable a diferencia de lugares como los que habitamos los maricones desafortunados. 

Pasando a otro tema de esos que usualmente escribo, creo que los homosexuales están locos, digo, primero el pelado rico hizo aflorar el sentimiento que más odio en el mundo, el asco, sentimiento del cual aún siento culpa extrema, luego conozco y salgo con un letrado de una viejísima universidad capitalina, y resulta que soy desechado como basura humana, y por último sufrí un arrebato de sinceridad con mi actual protoconquista que es un Sr. de los Números que comparte la misma edad, gustos, pero la tiene chica y es flaco como el yogurt sin ese toro que otros llevan en el pecho.
Claro que no todo en la vida es sexo y sus derivados pero este tipo es capaz de sacar lo mejor de mi como persona y ha demostrado un cariño y preocupación que nadie antes había mostrado por mi, todo sería perfecto excepto por el detalle de que creí estar preparado para algo serio y hoy cuestiono si es eso lo que en realidad quiero.  Más aún cuando los cuerpos pecaminosos, robustos, de espaldas anchas me atraen más que los flacos de caderas afiladas y escurridas (1.- musculocas. 2.- Flacos.)  Ok, la que nace puta... o mejor dicho la que se vuelve, porque de haber vivido en un principio mi homosexualidad y sexualidad de forma libre, informada y responsable no estaría en la situación que hoy me encuentro.

Hoy vi una película, se llama "cuando dejes de quererme" y en general siendo un odioso (hater) declarado de las tramas en que participan argentinos con ese acento odioso que tienen, me gustó, más aún cuando el actor del cual me enamoré es un churrazo.  Lo quiero al colchón con sábanas y papas fritas.  Miki Esparbé, si algún día lees esto.

"TE AMO Y TE DARÍA 3 HIJOS SI ES QUE NO ME LOS TRAGO"

Creo que se me pasó la mano.

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Juanito Fulanito.

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