domingo, 16 de junio de 2019

Mi Lugar

Ha pasado tanta agua bajo el puente desde que escribí por última vez.

Justo a la hora del pi comencé a entrar al blogger (3.14), pensando en que mierda iba a escribir, quizás sobre los 20 maricones que he sodomizado ya, entre venezolanos, argentinos, ecuatorianos y chilenos, entre los médicos, abogados, electricistas, cambiadores de ventanas y profes de inglés, no sé, todo eso a esta altura del 2019 suena mainstream, nada que no hagan los 20mil maracos por segundo que se suman al Instagram, nada extraordinario para aquellos que celebran el mes del orgullo gay viajando a Europa o al más pobre que te bloquea de grindr porque para su poblacional gusto eres feo, nada de eso hoy tiene sentido, nada, porque si hace tres años le temía al VPH y al VIH hoy hay grupos de homosexuales que se sienten orgullosos y llevan la bandera del positivismo viral a otras dimensiones, hoy haber tenido conductas de riesgos no se oculta, se presume, si total papá Estado está ahí entregando condones y tratamientos (a precisos inflados gracias a los intermediarios) varios para los chilenos y extranjeros que se infectan por amor al arte, al arte de afilar y tomar leche por el culo.

Ok, no soy santo ni menos un wn que predica como el pastor Soto, no soy Zamudio el día que andaba buscando webeo cuando lo mataron, no señor, he tenido esas conductas y la suerte, o no tanto sabiendo que hoy no sé si soy portador o no de nefastas virulencias, no señor, no, me niego en la ignorancia de mi estado de salud a llevar banderas de lucha por grupos que me discriminan más que los supremacistas blancos de gringo landia, esos colas aberrantes que te apartan por ser gordo, flaco, pobre, feo, negro, blanco, alto, bajo, o por cualquiera de las trillonésimas causales de discriminación que existen en el mundo cola del libre mercado, donde las travas cortan el pelo o putean en las esquinas mientras las otras más afortunadas muestran el culo en Río o van al Baha'i a tomarse la respectiva foto de moda entre los homosexuales de intelecto medio.

Si hace unos años pregonaba la salida del closet de las Saavedras, las Nemes y las Mirandas, hoy ellas se muestras exitosas por ser aceptadas en los medios, claro, ellas no oyen a mi tía decir "no importa si es huequito", "hará de hombre o de mujer?", "con ese poto tan grande de seguro se pone él en 4", mientras hago oído sordo a una posible interpelación por mi desconocida identidad de género, sexual, asexual, o lo que sea que se piense ahora, porque si hace 10 años tenía algunas certezas, hoy sólo tengo dudas y quienes dejaron las dudas sobre la mesa no son capaces de darnos nuevas certezas, todo es inestable.  Soy homre, nacido hombre, criado como hombre y en un medio bastante poco hombre.

Este mes es mes de decisiones, dejé mi trabajo, dejé mis gustos, dejé la soberbia, dejé los Prada por lentes de mall, dejé mis pasiones por angustias, y las angustias se portan mejor que en otros tiempos, CiudadPasiva se siente lejana aunque a veces recuerdo besos y caricias afectuosas, pero nada que me mantenga lejos de mis cabales, hoy soy lo que quise ser siempre, pero con miedos y sin dinero, soy.

Siento tantos odios, tantas miserias que al lado de otras son nimias, me volví común y corriente o tomé conciencia de que siempre lo fui, que nunca estuve para destacar o mejorar las cosas a mi alrededor, sólo soy otro más del montón, otro más que pasa, come, caga y muere, otro que sueña con el éxito y la felicidad y sólo tiene deudas, tarjetas de crédito y algunos recuerdos agradables de un pasado que nunca fue tan bueno como se pensaba que era.

Hoy, o mejor dicho hace meses volví a mi lugar, del que quizás nunca debí salir, y en el que siempre quise estar, aunque mi mente me obligue a querer mirar detrás de los cerros de ACity buscando nuevos horizontes, nuevas soledades y angustias, donde el sexo no es relevante, donde el amor existe en los afiches del café de la mañana pero no en la cama, donde la lealtad es parte de cuentos añejos y la vida vale tanto como tu monto en la cuenta de ahorros, lejos, más allá, no hay certezas, y si acá tampoco las hay no queda más que inventarlas o robarlas de otros.

domingo, 27 de enero de 2019

Un resumen más

Probablemente nadie me lea pero aún este es el único espacio para decir esas cosas que usualmente no digo en público o a mis más cercanos.

He estado un poco asustado, volví a tener una recaída con conductas inseguras y me expuse a penetrar aun tipo sin condón en dos oportunidades, la primera en una funeraria entre los cajones cero kilómetro y la segunda en una peluquería (acá la diferencia de la anterior se rompió el condón y derramé la leche en el tipo).
Así que estoy esperando que pase el tiempo para ir a hacerme el examen pertinente.

En lo personal hallé trabajo, lejos de mi casa, tan lejos que ni la civilización existe, tan solo y aislado del mundo que a veces siento que estoy en una novela de aventuras.

Estoy solo, con varios tipos dispuestos a que les de placer anal pero solo.  Tan así que hoy estuve con un chico 11 años menor que Yo, segunda vez por cierto, y antes de eso un ciber, y un pendejo de 18, sin contar los casi 8 o 6 que sodomicé en Buenos Aires, en fin para carne cruda no me falta.

El tema es que desde hace unos meses siento un asco terrible hacia los hombres, el pensar en besar, acariciar u otras cosas me da náuseas y temo perder la cordura porque quiero amar a alguien pero ese alguien quizás ya no sea un hijo de Adán y he pensado seriamente en una hija de Eva.

En resumen mi caótica vida sigue...