Al final todo se sabe.
Mucho ha pasado desde la última vez que escribí, he tirado, me han operado, me he quitado los lentes ópticos, he tirado.
Me comí a una decena de weones, culié en la pega, me comí a un tipo de 38 que es una bestia en la cama, me culié a un adefesio en Santiago que me dio asco pero me lo tiré igual.
Luego tenemos mis achaques de hipocondría, las verrugas imaginarias, la operación del culo donde me quitaron el setón y me eliminaron la fístula, después me puse laser en los ojos para no usar lentes...
Lo más importante es la cuasi relación con un Felino que conocí en grindr, tanto así, que eliminé por ahora todas las APP colas, todas.
Felino tiene 36 años, es de mediana estatura, pelado y narigón, como me gustan a mi, pero lo que no me gusta es que fuma, como carretonero, me carga el olor a pucho.
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Felino tenía 36 años, ya no es mi peor es nada.
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Últimamente me cuesta argumentar, sobre todo lo referente al mundillo cola, porque después de dejar las tierras closeteras de Narnia nada es igual, todo es más tranquilo.
Obviamente que mientras estuve con ese gato sexy igual metí las patas y la diferencia con otras veces que la cagué es que acá yo quise que fuese así.
Llegué a la conclusión que yo quiero ser quien lleve la batuta en una relación, creo que debe haber un alfa y un omega, y después de vivir 34 años en un sistema neo liberal tengo el derecho de hacerlo.
Me podrían juzgar los colas que miran a la cámara fijamente cuando graban sus patéticos videos?, esos que como el American Psycho carecen de empatía y sólo buscan la auto satisfacción y el reconocimiento al mejor estilo de Instagram.
Me podrían juzgar los que seleccionan a sus posibles parejas según criterios económicos, raciales y culturales?
Me podrían juzgar los que salen del 292 para ir al Club Barcelona y vice versa? Si son los mismos maracos del circuito de la carne cruda.
Me podrán juzgar los enfermos de VIH que tiran sin condones porque quieren?
Y por último, podrían aquellos que viven su mísera existencia a través de las redes sociales porque sus patéticas vidas son tan poca cosa que deben abstraerse se alguna manera?
En mi caso quiero un tipo guapo, a mi gusto, inteligente, con lucas o una profesión bakán. La diferencia con el resto es que no he sido castrado por el discurso políticamente correcto, no me da paja decir que los haitianos son pobres que vienen a empeorar la situación de muchos trabajadores chilenos sin calificación, me importa un pico decir que los colombianos son traficantes y sus minas putas baratas para weones que no pueden conquistar una chilena, porque las chilenas está ocupadas siendo bakanes hallando acoso y discriminación donde no la hay, no me molesta decir que los curas deberían ser castrados en la plaza del pueblo si tocan un niño y que deberíamos hacerles un altar si dejan de ser curas para irse con una mujer a servir a Dios formando una familia. Me importa una raja decir que Daniela Vega es hombre aunque tenga tetas y que los Larraín son una tropa de weones clasistas que de haber nacido Pérez o Tapia venderían ropa en un mall del barrio alto.
Volviendo a lo mío, querer es el problema, el otro día le dije a un tipo que veo, y que es menor que yo:
Lexis!, para amar no basta sentir cariño o atracción por otra persona, primero que todo el amor se construye, es de a dos, no una fusión de calenturas, las calenturas se enfrían pero el amor construido permanece, lo otro y primordial es que para amar debes ver al otro como un igual, como un ser reflejo de ti, no igual a ti, un ser al cual puedes mirar a los ojos y sentir que es como tu, igual, la igualdad es términos de respeto por ese ser humano que quiere compartir su cariño contigo al igual que tu quieres hacerlo con él, y he ahí la problemática porque en estos días, en estos tiempos regidos de morales basura pontificadas desde Twitter, Facebook y otras, la gente no mira al otro como un igual, el hecho de publicarse, de exhibirse te rebaja al status de producto, el cual puede ser consumido, usado, adquirido y desechado. Entonces las personas pierden ese ejercicio tan natural de hace 15 años o más que es el mirar al otro, verlo como un par y dejar el miedo atrás para lanzarse al vacía, hoy por hoy no pasa eso, si fracasas hay miles de personas disponibles para ser consumidas y usadas, pera exhibir, para divertirse, porque la vida es eso, hoy el fin de semana es un espectáculo en que uno es el protagonista, viajando, saliendo a comer a logares caros, yendo al templo Bahai a tomarse la respectiva foto, todo eso que luego es puesto en vitrina en la redes sociales. No hay discusiones, no hay alboroto, no hay nada malo, todo es perfecto como las poses de los modelos de la tele, la vida es bella, pero lo que se construye en lo vano desaparece al primer ventarrón, por eso digo, ser cola, ser amante, ser persona en la época de las redes sociales es un desafío.
No hay manuales, de acuerdo a lo que comenté anteriormente, todos persiguen el bienestar total por decirlo de alguna manera, pero la vida no es así, la vida tiene tragedias, dramas y llantos, y cuando tu igual se enfrenta a esas tempestades o tu acompaña al sufrir las tuyas te puedes dar cuenta que lo construido vale la pena porque la belleza se va con la juventud, la fuerza con los años y viene la vejez que te recuerda lo mísero que eres y lo efímero de tu banal existencia, entonces lo que quiero decir es que hay que vivir, consciente de cada acto que realizamos porque un día podemos despertar solos y ni el dinero que tienes podrá comprar la compañía que deseas.
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Juan Fulanito Reloaded
