Costó pero cedió.
Después de meses de querer sodomizar a un venezolano arisco este finalmente me entregó su flor anal.
Bueno debo decir que ni disfruté el encuentro, sólo lo complací y me fui a mi casa.
¿No era que los venecas venían con pichula larga y gruesa? Este parece que llegó tarde a la repartición bolivariana de vergas, no alcanzó para más, pero da igual, con mi pico dentro de él sus ansias y las mías fueron saciadas, el duró menos de cinco minutos antes de irse cortado y yo no pude acabar, un pasivo satisfecho vuelve. Bueno, casi siempre.
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Semanas, meses, o años atrás conocí a un chico de roja cabellera, un ángel en mi agridulce noviembre.
No lo extraño pero siempre recordaré que la bestia por muy bestia que sea siempre puede captar las miradas de dioses romanos paganos u hombres que parecen inalcanzables.
Chico de roja cabellera, me diste los mejores días en años y por eso te recordaré siempre, como aquel muchacho que con un roce de mi mano erizaba toda su piel y que en cada encuentro alcanzaba la gloria enredado en mi tosco cuerpo.
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Estoy pobre como ratón.
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Bueno, no era todo paz y tranquilidad en este terruño abandonado por el altísimo, no la guerra y paja no me dejaban tranquilo hasta que conocí a un tipo dos años mayor que yo, con casito todo bien puesto, el cuerpo, el trasero, la cara pero una carencia que ahora encuentro nefasta... Pene menor al promedio...
Hace años me jactaba de ser activo dominante y hoy igual doy su buena mamada pero me cargan los penes enanos, es como un trauma. En fin, siempre me tocan así, pero para no ser llorón debo decir que este hombre costero besa y toca decentemente y es material para pololo.
Saludos.
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Juanito Fulanito Reloaded
