El cambio de la desvenlafaxina a venlafaxina no fue de lo más mejor que digamos (dijo el huaso) porque la angustia no se fue, llegó casi para quedarse...
Estas últimas noches no he dormido bien, se me ocurrió la brillante idea de vender mi cama y dormir en el suelo en un saco de dormir doite, Madre Salvaje en su bondad ilimitada me armó una pseudo cama consistente en frazadas, cobertores, mantas de huaso a modo de colchón, todo sobre el pulcro piso flotante de alto tráfico. Las pelusas otroras reinas del suelo parqué sintético habían sido barridas para no volver, el desorden se fue el mismo día que desperté para entregar mi cama de mala calidad que vendí a una pareja de una ciudad vecina...
Piso, tele de 50", saco de dormir, notebook, celu, el desorden no existe...
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3 días después (06-07-2015)
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De todas las cosas que hay en el mundo la que más odio es ir
al aeropuerto, sea para viajes nacionales o internacionales visitar ese antro
de modelocas musculocas me pone de mal humor…
Se suponía que ACity sería mi cuartel central durante
bastante tiempo, había planeado quedarme ahí hasta fin de año, tomaría un curso
de fotografía mientras tanto y me dedicaría a la vida pastoril en el penúltimo
lugar del mundo entre el mar y la cordillera…
Fiasco.
El hecho de no tener pega y además tener que vivir con las
constantes restricciones de Padre Gruñón me obligó a reinsertarme de manera
súbita en el mundo laboral que tanto detesto (no tanto como los aeropuertos),
ya había enviado decenas de Curricula (en latín el plural curriculum es
curricula, no curriculums) y me daba lo mismo trabajar en el norte, en el
centro o en el sur, cualquier lugar era el mejor lugar del mundo mientras no
fuera CiudadPasiva, incluso, vivir en Talca o La Florida era más interesante…
Fiasco rotundo…
De todos los trabajos a los cuales postulé el único que
pagaba bien estaba en CiudadPasiva, tanto así que la renta promedio en los
trabajos que me ofrecieron era inferior a la mitad de lo que me pagaban en el
nefasto lugar…
Bueno, como a nadie le interesa sicopatearme les cuento que
CiudadPasiva queda cercana a una ciudad que cuenta con aeropuerto por lo tanto
para ir y venir uso ese medio de transporte, luego una escala en Santiago (por
eso a veces tengo aventuras en la colística ciudad) y luego cuatro horas más de viaje hasta ACity… Un tour bastante agotador, y todo por el
sucio dinero…
Mientras hacía la fila para dejar mi maleta miro de reojo a
un costado, 1,87m, delgado, blanco, pelo corto castaño oscuro del número 3… Mi estómago hizo una mueca de dolor y la
adrenalina fluyó por mis venas por un segundo, pero fue una falsa alarma, en
sí, una odiosa alarma porque mi cabeza a pesar de los cinco meses que han pasado
aún recuerda al tontorrón de Arcángel, aunque este tipo no era el susodicho se
parecía mucho, pero mil veces más guapo…
Luego lo de rutina, esperar, esperar, y esperar, tanto así
que mi vuelo sale en dos horas más y estoy frente a dos weones heteros que
conversan algo que no logro entender, a lo lejos (y también cerca) los guapos
vendedores de las tiendas pululan moviendo sus aglobados traseros (por si no
sabían los escogen con ese perfil de ser casi hijos de las dueña de casa del
barrio alto, cejas planas, blanco, altos, casi rubios con cara nórdica porque
el indio nacional no calza en la imagen que se trata en meter a la fuerza) en resumen weones ricos…
Pasan y pasan weones ricos, y Yo, un cerdo vestido de azul
polo no estoy ni a la altura para competir, bueno sí, con 100 mil pesos la hora
la verdad podría conseguir algo mucho mejor que estos tipos de pelo semi rapado
y con el ego al alza como la inflación argentina…
En CiudadPasiva no sé que me espera, no será lo que fue en
tiempos pretéritos donde tenía el sartén por el mango, no, ahora es distinto y
tengo miedo, la angustia me domina porque no quería regresar al lugar de la
causa de mis males pero no me quedó otra alternativa… El niño con el cual fui a Valparaíso brilló
por su ausencia, lo invité a pasar el fin de semana conmigo pero prefirió ir a
bailar o carretiar en Santiago y sabemos que un hombre pasado los 32 años probablemente
ande buscando webeo, o quizás conoció a algún tipo más lindo con apellido vasco
más impronunciable que el de él, no sé, y en el fondo profundo bien hondo, tampoco
me interesa… No puede él ser mi
prioridad cuando Yo ni siquiera fui una opción…
Entonces si no tengo nada ni nadie ¿por qué quedarme en la zona de
ACity?
Y acá estoy, solo, viejo, gordo, sentado frente a la puerta
27 del aeropuerto, esperando que algo del realismo mágico de las historias
colas me pase, como en Pedro, Juan y Diego; como en Relatos Flaitecitos, no, la
vida no es tan simple como meterlo sin condón y no ganarse una ETS, no es como
jugar a la Botella Envenenada (en este caso la Pichula Envenená) en que quizás
no te pegues el VPH… No es la Fernanda
Brown batallando contra el wiri tal cual un caballero medieval arremete contra
un dragón que lanza fuego tan marrón como las manchas anales del amor cola, no
es así…
Saben, Madre Salvaje, pensé en ella mientras imaginaba que
el vuelo 13 caía desde la alturas del cielo para estrellarse en algún lugar
inimaginable de la loca geografía nacional, pensaba en ella porque una madre,
tiene un amor incondicional, en el fondo, pero no tan profundo desearía
desaparecer, digo ¿de qué sirve la vida si no hay amor, si no hay quien extrañe
tus besos llenos de deseos, sin que nadie te extrañe? Así la vida es vacua, sin sentido, sólo somos
seres autómatas que comen, cagan, duermen y respiran…
Pero antes, a sanar las heridas, caído no puedo embarcarme
en este que se llama vida.
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Juanito Fulanito
Aeronauta
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