Sémola, Nutrina y otros Cereales

Me lavé las manos muy bien, dos veces, con jabón, no había papel para secarse así que me sequé con la ropa que llevaba, me saqué los lentes de gama alta que no valen tanto ya y los cambié por los lentes claros para ver bien si caía rápido la noche y me fui a la cita...

Caminé y caminé, no eran pocas cuadras las que me alejaban del lugar de reunión, pero tampoco algo que me hiciera demorar una hora caminando, me fui a pie porque sabía que a la velocidad de mi tranco podría llegar justo a tiempo.  Mientras caminaba no dejaba de pensar en él, no paraba mi cabeza loca e imaginativa de pensar en cómo sería, su forma de hablar, su forma de caminar...  No podía sacarlo de mi cabeza sabiendo de antemano algo que quizás a los pocos que me siguen les sorprenda…

Él es completamente Heterosexual.

Cuando coordinamos la cita él me dijo textual: Ahí estaré, fumando, de seguro. Espero ser el único chino araucano con un bleiser (blazer) y blullins…

Y como mi cabeza imagina las cosas casi tal cual me las dicen Yo el muy weón pensé en que encontraría a un Emilio Antilef cualquiera, chico, araucano, casi poeta, escritor de pelo entero (pelo chuzo entero, no medio pelo) y algo guapo, casi gallardo y belicoso.

Al final me pasó lo de siempre, me citó a las 18 horas frente a un conocido local de venta de libros y llegué antes…  Esperé, esperé…  Pensaba en que quizás el tipo se asustaría al ver a un weón grandote, con cara de Araucano mal mezclado con algún feo español y que huiría del lugar sin saber quién era Juanito Fulanito…

Nop, no fue así, de repente llega un tipo que lo describiré después, se sienta en frente mío y al verme me saluda con la mano y me sonríe amablemente…

Wow…  Sémola en persona…

Al que había imaginado como Sémola se fue a las pailas y se hizo humo porque de Araucano gallardo y belicoso nada, de hecho es un tipo guapo (obvio que debo decirlo poh si soy maraco)  un poco más bajo que Yo, blanco, vestido muy urbanamente, de no conocer su historia personal hubiera pensado que es el típico oficinista de Ñuñoa que trabaja de lunes a viernes de 8 a 6, pero no, mi interlocutor es más que eso, es un tipo que piensa, que sabe cómo comunicarse con un wn bruto como Yo.  De tendencia política correcta, no es un momio recalcitrante como los que acostumbran a tener cerebro, el cabro es muy buena onda…

Nos acercamos, saludamos como hace cualquier par de amigos heteros que se encuentra en la calle y empezamos a conversar, de todo, de donde veníamos, sobre libros, sobre la vida urbana de Santiago, sobre los trabajos, sobre los primos tontos, sobre los primos inteligentes, sobre la pobreza…

Mientras hablábamos Yo ya había urdido un plan…

Luego de mirar en la librería la presentación del libro latoso, estando el lugar lleno de gente pretenciosa que escuchaba con atención mientras esperaban el cocktail nosotros nos viramos de ahí, a caminar por las calles que no tienen ese qué sé yo viste.  Paramos a comprar sopaipillas, Yo tenía hambre, no había almorzado…  Caminamos por horas, la verdad tuve una sensación extraña con él porque de verdad lo sentí honesto, sincero, y las casi dos horas que pasamos juntos fueron bacánes porque hablamos de todo…  De sus gustos, sus problemas y mi alergia al pico…

¿Pero a ti te gusta el pico? – Preguntó.

No, no me gusta el pico, me gusta meterlo, soy activo, no me gusta que me lo pongan – Respondí.

Caminamos unas cuantas cuadras más y paramos a un típico supermercado chino…

Dos jugos de aloe vera.

Después que se lo tomó le dije mi plan una vez que ya sabía que era la primera vez que tomaba este tipo de jugo.

Sabes Sémola, esto lo hice para marcarte, para dejar una huella mía en ti, si no nos vemos nunca más, algún día que tomes un jugo similar en el futuro, sea en un año, cinco o veinte, recordarás que un día de otoño un wn salió contigo a conversar y te regaló un jugo de aloe vera que probaste por primera vez…

Seguimos caminando, me dejó en el terminal porque Yo debía regresar a ACity, le pedí que no me acompañara a donde estaba el bus para que no supiera exactamente donde quedaba la ciudad, no por miedo ni desconfianza sólo para dejar algo de misterio en esto.  Porque sé que a través de este medio soy casi un personaje sacado de un cuento cola mal escrito y él un escritor que tiene más aventuras que Tintin, pero ese día nos vimos tal como somos.

Bueno, esto es un resumen de mi encuentro con el escritor, y hay cosas que me las guardaré…

Nos vemos, Sémola. 

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Juanito Fulanito

Nutrina