domingo, 17 de mayo de 2015

Pasteles, redcompra, Piñera y lentes.

La verdad pude llamar a cualquier weón de esos disponibles, pero no lo hice.

Me fui temprano al oftalmólogo, sabía que debía llegar a la hora porque el dolor de cabeza por la gordura y el no cambio de cristales ya se hacía latente, de a poco el dolor y las punzadas dolorosas en el ojo izquierdo me hacía quejarme, dolía (duele menos ahora)...

Llegué después de 1 hora y 40 minutos de viaje, lejos de ACity, lejos...

Me atendió un doc relativamente joven, moreno, sonrisa sincera y amable.  Me dijo que mis cristales ya no podían hacer nada por mi y que debía reemplazarlos, que mis ojos estaban bien y no sufría nada extraño...  Cristales nuevos...

De ahí dediqué a deambular buscando una óptica de cadena, alguna que me cobrara barato por poner cristales negros en mi marco de gama alta que ya no vale mucho y unos cristales claros en mi marco al aire que vale menos...

Nada.

Me fui a comer, putanesca, mala, a ver, asquerosa no estaba pero no era lo que acostumbraba a comer como putanesca cuando solía visitar lugares bakanes, ahora no, no hay trabajo y no tengo ingresos para despilfarrar como antes.

Dejé la ciudad para volver a ACity, debía encontrar una óptica...  ¿Qué hago?  SugarTown...

Pasé a esa otra ciudad, más grande que ACity y menos grande que la otra donde vi al doc de los ojos.  Caminé mucho, no tanto, no sé...  Ni una óptica abierta, hasta que al lado de una pastelería encontré la única que tenía a algún dependiente atendiendo a sus clientes...

Entré, coticé...  No hay red compra (el invento macabro de Piñera)...

Me fui al cajero que quedaba a 4 cuadra y decidí gastar mis pesos que me quedaban en dos pequeños pasteles...  Deliciosos...

Mientras comía en la mesita pequeña del local adornada con flores de fantasía de mal gusto, vi venir de frente a un tipo.  Alto, blanco, pelo claro, ojos claros, mirada sensual, y labios que decían sin rodeos que besarlos era un placer...  Lo miré...  Y en un acto que me dejó mal el tipo desvió su camino e ingresó a la pastelería, pidió un dulce express, y se sentó a mi lado...  Pero no me miró, Yo que entendí el mensaje me paré, pagué mi cuenta y me fui...  Maldiciendo mi genetica de indio poblacional, porque eso soy ahora, pobre, gordo, negro, otro weón más del montón, nada de que presumir, bueno, de mi pobreza, de mi falta de deudas, pero nada más...

Caminé al cajero, irritado, porque no pude ser el cola bkn que es capaz de conseguir hasta la mirada de un hetero... No.

Saqué 110 mil pesos, y me fui de regreso a la óptica esperando ver al tipo en la calle... Nada.

Pagué ahora con muchos billetes de Arturo Prat y dejé SugarTown, triste, melancólico.

Al llegar a mi casa quería llorar, no sé poque, pero quería llorar pero nada salió de mis ojos, nada.

Lo sé, mil rollos me pasé, quizás el tipo sólo quería un pastel y entró por entrar...

Pero ese no es el punto, sino que nada especial me pasa, nadie se acerca, nadie...

Solo, así estoy...  Y no hago nada por remediarlo.

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Juanito Fulanito
Sólo quiero dormir

1 comentario:

  1. Uuh, ánimos, que la condena del aburrimiento es una de las peores.De cualquier forma, no creerás la envidia que me dio cuando sacaste 110 mil morlacos de tu cuenta rut. Te cuento que mi capital actual es de -3 lucas. MENOS 3 LUCAS.
    Saludos, es un gusto leerte.
    S.

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