domingo, 24 de mayo de 2015

Maracos capilares, maracos de Plaza Italia

Y al final nadie los quiere, nadie los soporta, los empujamos al precipicio, los aislamos, son nuestros parias...  Y son de los nuestros.

Pensaba mientras estaba en la sección de urgencia de SugarCity, pensaba en los colas, pensaba también que fue ahí mismo hace ya casi 7 cuando me trasladaron al hospital por tener hepatitis B, ahí mismo pensaba en leseras, ahora estaba pensando con algo de angustia que en una de esas me dejaran ahí de nuevo, eso me alteró.

Entré al box, lo típico, presión, temperatura, nivel de óxigeno en la sangre y las preguntas de rutina...  A esperar.

A diferencia de las grandes urbes acá la atención no es mala, esperé algo de 10 minutos, el dolor de mis enemigdalas, esas perras que me atacan de cuando en cuando me tenía molesto, hasta por respirar sentía malestar...

Sr. Ud. tiene faringitis...

Cueck!

No tiene pus ni nada que indique que tiene gripe o amigdalitis...

Pa la casa, pero si en 5 días no se me quita debo ir a un especialista...  

Al salir seguí dándole vuelta al tema de los colas...

Especialista capilar, peluquero, estilista, esecialista en tinturas...  Así se auto definen...

Saben, pensaba en que la sociedad chilena, hipócrita por excelencia acepta al cola sólo si es peluquero, o si tiene una profesión de poca monta, o en su extremo si es un profesional rubio, musculoso y adinerado...

Me da rabia, porque eso nos lo marcaron a fuego en la mente, cuesta no pensar así...  Cuesta...

Estamos podridos como sociedad...  Todos.

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Juanito Fulanito
Aburrido de todo

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